Os preguntareis el porqué de este blog.

Qué relación tiene con la educación. Pues cada vez más hay una implicación con el medioambiente. Y qué mejor que implicar a los niños desde la escuela y claro sin dejar de lado el reciclaje desde casa.








domingo, 16 de enero de 2011

La niña que silenció a la ONU por 5 minutos

Una niña de 13 años pronunció en la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas en 1992, ante los principales dirigentes del planeta, lo que se ha calificado como el mejor discurso político oído nunca por la ONU. Lo sería si no fuera porque dice a las claras verdades como templos, lo que tiene muy poco de política y mucho de sinceridad, sentido común y deseo real de cambios efectivos. Porque esa real politic que ya nos tiene hastiados a todos, es pura basura.
En cierto modo, sus palabras resuenan en mi cabeza y se erigen en las razones por las que me siento cada día frente a ésta computadora para contarles sobre algunas cosas que conozco y otras muchas que me apasionan.
El discurso:
Hola, soy Severn Suzuki y hablo por ECO (Environmental Children’s Organisation), Organización Infantil del Medio Ambiente. Somos un grupo de niños de 13 y 14 años de Canadá intentando lograr un cambio: Vanessa Suttie, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Recaudamos nosotros mismos el dinero para venir aquí, a cinco mil millas para deciros a vosotros, adultos, que tenéis que cambiar vuestra forma de actuar. Al venir aquí hoy, no tengo una agenda secreta. Lucho por mi futuro.
Perder mi futuro no es como perder unas elecciones o unos puntos en el mercado de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo cuyos lloros siguen sin oírse. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos soportar no ser oídos.
Tengo miedo de tomar el sol debido a los agujeros en la capa de ozono. Tengo miedo de respirar el aire porque no sé qué sustancias químicas hay en él. Solía ir a pescar a Vancouver, mi hogar, con mi padre hasta que hace unos años encontramos un pez lleno de cánceres. Y ahora oímos que los animales y las plantas se extinguen cada día, desvaneciéndose para siempre.
Durante mi vida, he soñado con ver las grandes manadas de animales salvajes y las junglas y bosques repletas de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si existirán siquiera para que mis hijos los vean.
¿Tuvieron que preguntarse ustedes estas cosas cuando tenían mi edad?
Todo esto ocurre ante nuestros ojos y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy solo una niña y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen.
No saben como arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben como devolver a los salmones a aguas no contaminadas. No saben como resucitar un animal extincto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.
Si no saben como arreglarlo, por favor, dejen de romperlo.
Aquí, deben ser delegados de gobiernos, gente de negocios, organizadores, reporteros o políticos, pero en realidad sois madres y padres, hermanos y hermanas, tías y tíos, y todos vosotros sois el hijo de alguien.
Aún soy solo una niña, y sé que todos somos parte de una familia formada por cinco billones de miembros, de hecho por treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso.
Aún soy solo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo.
En mi rabia no estoy ciega, y en mi miedo no estoy asustada de decir al mundo como me siento.
En mi país derrochamos tanto… Compramos y despilfarramos, compramos y despilfarramos, y aún así así los países del Norte no comparten con los necesitados. Incluso teniendo más que suficiente, tenemos miedo de perder parte de nuestros bienes, tenemos miedo de compartir.
En Canadá vivimos una vida privilegiada, plena de comida, agua y protección. Tenemos relojes, bicicletas, ordenadores y televisión.
Hace dos días, aquí en Brasil, nos soprendimos cuando pasamos algún tiempo con unos niños que viven en la calle. Y uno de esos niños nos dijo: “Desearía ser rico, y si lo fuera, daría a todos los niños de la calle comida, ropas, medicinas, hogares y amor y afecto”.
Si un niño de la calle que no tiene nada está deseoso de compartir, ¿por qué somos nosotros, que lo tenemos todo, tan codiciosos?
No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad, que el lugar donde naces marca una diferencia tremenda, que podría ser uno de esos niños que viven en las favellas de Río; que podría ser un niño muriéndose de hambre en Somalia; una víctima de la guerra en Oriente Medio o un mendigo en India.
Aún soy solo una niña y se que si todo el dinero gastado en guerras se utilizara para acabar con la pobreza y buscar soluciones medioambientales, qué lugar maravilloso sería la Tierra.
En la escuela, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos en el mundo. Ustedes nos enseñan a no pelear con otros, a arreglar las cosas, a respetarnos, a enmendar nuestras acciones, a no herir a otras criaturas, a compartir y no ser codiciosos.
¿Entonces por qué salen fuera y se dedican a hacer las cosas que nos dicen que no hagamos?
No olviden por qué asisten a estas conferencias, lo hacen porque nosotros somos sus hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos. Los padres deberían poder confortar a sus hijos diciendo: “todo va a salir bien”, “esto no es el fin del mundo” y “lo estamos haciendo lo mejor que podemos”.
Pero no creo que puedan decirnos eso más. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.
Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Os desafío: por favor, haced que vuestras acciones reflejen vuestras palabras. Gracias.

lunes, 10 de enero de 2011

17 de Mayo día mundial del medio ambiente

Saber reciclar todos los residuos, respetar el medio ambiente, y conocer qué hacer para preservar nuestra naturaleza, son algunas de las grandes enseñanzas que nosotros, los padres, podemos pasar a nuestros hijos. Solo así ellos crecerán con la mentalidad de que es necesario luchar y hacer cada uno su parte para salvar y conservar nuestro planeta. Y para eso hace falta apenas voluntad, ganas, y persistencia.
El día 17 de mayo se celebra el día mundial del reciclaje. Más que celebraciones, son necesarias actitudes día tras día. A partir de los 3 años de edad, los niños ya pueden aprender a separar los residuos. Al principio, la enseñanza viene del ejemplo que dan sus padres. Si, desde pequeño, el niño observa el cuidado y el hábito de separar los materiales (cristales, cartones, plástico, etc.), también compartirá del mismo comportamiento después. El cuidado con el medio ambiente empieza dentro de nuestras casas. Luego, el niño puede aprender más detalles del reciclaje y de la reutilización de materiales en la escuela.
El reciclaje, en el ámbito mundial, camina aún a pasos muy lentos. En España, por ejemplo, sólo se recicla el 11% de los residuos. Según FIDA, la Fundación para la investigación y el desarrollo ambiental de la Comunidad de Madrid, el reciclaje es una asignatura pendiente en nuestro país. En países como Holanda y Francia, ya se recicla un 30 a un 50%. Para la FIDA es fundamental que las nuevas generaciones crezcan respetando al medio ambiente

martes, 21 de diciembre de 2010

¿QUE PUEDO LLEVAR A UN PUNTO LIMPIO?

Para muchos de nosotros, separar y reciclar papel, cartón y envases ya es algo habitual. Pero para dar un paso más en la búsqueda de la eficiencia, no basta con ésto, también es importante usar otro tipo de contenedores de reciclaje: los puntos limpios.

Estos puntos límpios son instalaciones de uso gratuito con contenedores especiales donde se almacenan los residuos domésticos que por su composición tóxica no deben mezclarse con el resto de basura.

No todos los puntos limpios aceptan cualquier tipo de material. Las pilas, medicamentos, electrodomésticos y material electrónico son los más habituales. Sin embargo, la lista de materiales que se pueden depositar en estos contenedores especiales es muy amplia:

Pilas y baterías
Electrodomésticos y material electrónico
Pinturas y acumuladores
Aceites de cocina
Aceites de motor
Lámparas fluorescentes y halógenos
Productos químicos
Aerosoles
Medicamentos
Muebles
Ropa, calzado y textil en general
Maderas
Escombros y chatarras.


En España hay más de 650 puntos limpios pero, en ocasiones, los contenedores están lejos de la vivienda, lo que dificulta su uso. Si todavía no sabes cuáles son los puntos limpios más cercanos a tu casa y qué puedes desechar en ellos, visita el buscador de la OCU

SIGRE reciclado de medicamentos

La industria farmacéutica financia y mantiene el sistema a través de una cuota  por cada envase puesto en circulación. Todos estos envases llevan el logotipo identificativo de SIGRE.
   La distribución aporta la logística. Existe un convenio con la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR) para dar cobertura en todo el territorio. La práctica totalidad de la distribución farmacéutica
    Las oficinas de farmacia son el punto de recogida selectiva y de información al consumidor.
Participa la totalidad de las farmacias (casi 20.000) existentes en los lugares en los que se implanta.
    SIGRE facilita los denominados Puntos SIGRE, compuestos de un contenedor especial, un adhesivo identificativo de farmacia adherida, así como de material informativo y publicitario para el consumidor.

Ø     ¿Qué hay que llevar a la farmacia?
      ·        Los envases vacíos de medicamentos
      Por envase vacío, se entiende la parte del embalaje que ha estado en contacto con el medicamento: blister vacío, botella de jarabe vacía, frasco de inyectable vacío, etc... Se incluye el cartonaje y el prospecto.
·         Los envases con restos de medicamentos (aunque se trate de envases sin empezar)
                                 
·         Los medicamentos caducados.
 Ø     ¿Qué NO hay que depositar en el contenedor del Punto SIGRE?
  • Termómetros, prótesis, radiografías, gafas, agujas, jeringuillas, material de curas, objetos cortantes...
Ø     ¿Que pasa con los envases y restos retirados? 
  •  El sector farmacéutico ha constituido SIGRE como iniciativa medioambiental, para que, una vez utilizado el medicamento prescrito para una enfermedad concreta
-         su envase sea reciclado
-         y los restos que hayan podido quedar de este medicamento sean eliminados, mediante un tratamiento gestionado y controlado por el personal cualificado y experimentado en la gestión de residuos.
 ·        El sistema de gestión desarrollado por SIGRE es cerrado, es decir, aprovecha el mismo canal de distribución que utilizan las oficinas de farmacia, pero en sentido inverso: el consumidor lleva los envases de medicamentos vacíos o con restos y los medicamentos caducados a la farmacia, y los deposita en el contenedor del Punto SIGRE, para ser recogidos por la distribución y posteriormente entregados para su clasificación y tratamiento.
 
·        Una vez que los envases y restos de medicamentos han llegado a la planta de selección y clasificación, se pone en marcha el siguiente proceso de separación:  
-         Por el tipo de material del envase: papel, cartón, vidrio, plásticos, etc. Una vez clasificados y seleccionados se trasladan a plantas especializadas para su reciclado.
-         Los restos de medicamentos, una vez clasificados, son eliminados por gestores de residuos autorizados que aseguran su correcto tratamiento según la legislación vigente.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El reciclaje está en ruinas

Toneladas de restos de las obras ya no se reutilizan como es obligatorio y "se tiran a un agujero" en vertederos o se desechan en escombreras ilegales.

Madrid es verde, moderno, comprometido con el medio ambiente. Las normativas europeas se adaptan con entusiasmo. El gusto por el reciclaje contagia a los ciudadanos, que asumen con responsabilidad el multiplicar sus basuras por cuatro o por cinco. Los mares, las selvas, las montañas y el planeta están en buenas manos. Un corsé de sensatas reglas afecta a todos los residuos. También a los sobrantes de las obras. Esos escombros entre los que siempre asoma algún váter olvidado. Pero desde hace un año y medio algo está fallando. Los más de cinco millones de toneladas de restos de construcción y demolición ya no acaban en las sofisticadas plantas de reciclaje. Alguien, muchos, están haciendo trampas. Tantas que para Javier Columbral, presidente de Agescam (Asociación de Gestores de Residuos de la Comunidad de Madrid), se ha "retrocedido 20 años en el tratamiento de los desperdicios, porque ahora se echa todo directamente en un agujero". Y eso es, precisamente, lo que está prohibido hacer.
Lo que está sucediendo tiene que ver con las crisis. Los camiones con los contenedores deberían ir al vertedero y pagar 10 euros por el tratamiento de sus desechos. Casi el 90% sería reutilizable. Ladrillos, cascotes, tuberías, plásticos. Pero en varias de estas plantas les dejan pasar de largo y tirar todo mezclado a un hoyo indiscriminado. Exactamente lo que se hacía hace años. Lo que no se debe hacer y lo que está sancionado con multas.Les dejan hacerlo a cambio de solo cuatro euros. De ese modo se garantizan que usan sus instalaciones. Dos de los vertederos denunciados son Salmedina y las Mulas, en Fuenlabrada. Ambos (aunque entre ellos a su vez se han cruzado denuncias en una guerra particular), lo niegan. "Es una calumnia", dicen en Fuenlabrada. "Eso no es así. Las cosas se clasifican", resumen en Salmedina. Pero los vídeos y las fotografías muestran cómo los camiones vierten todo al mismo sitio sin haberlo clasificado previamente. Los volquetes pasan por delante de las modernísimas plantas de reciclaje sin detenerse y van directamente a los prosaicos vertederos de toda la vida, a esas extensiones terrosas con cráteres que se tragan todo lo que se les eche.


Sigue la noticia en elpais.com

Enzimas naturales para reciclar el papel laminado

Rangsit (Tailandia), 15 dic (EFE).- Un científico tailandés ha desarrollado un método pionero para reciclar a través de una mezcla de enzimas naturales casi todos los tipos de papel laminado, que hasta ahora era imposible reutilizar.
Primero, destruyen la capa resistente al agua de la superficie y luego acaban con el adhesivo que une el plástico con el papel para separar ambos sin dañarlos o ensuciarlos en un par de minutos.
Las enzimas dejan así por un lado la pulpa de celulosa y por otro el plástico limpio, explica a Efe Paijit Sangchai, cuya empresa FlexoResearch ha sido elegida una de las diez más prometedoras en 2011 por la revista Time.
"El problema de este tipo de papel es que está como fundido con el plástico, y es impermeable. Normalmente se desecha quemándolo, que es muy contaminante, o enterrándolo bajo tierra", afirma este simpático biólogo molecular de 41 años.
Pero gracias a su invento, a partir de ahora se podrá reciclar el papel laminado de objetos cotidianos como cartones de leche, paquetes de cigarrillos y todo tipo de envoltorios y pegatinas.
Además, separar una tonelada de pulpa con enzimas cuesta 48.000 dólares, un 87 por ciento menos que producir la misma cantidad de acetato de polivinilo, la sustancia química que habitualmente se elabora para fabricar el papel adhesivo.
Ese ahorro es clave para países pobres o aquellos en vías de desarrollo como Tailandia.
"Nosotros carecemos de la tecnología para incinerar el papel laminado de manera segura como en Estados Unidos", señala el inventor en su destartalado laboratorio situado en el vasto campus universitario de Thammasat al norte de Bangkok.
Sangchai espera que su revolucionario método para reciclar el papel laminado contribuya a que los habitantes de naciones sin recursos poco a poco dejen de sufrir los efectos de la polución que genera la quema del material.
Un ejemplo es el papel carbón, de uso muy extendido en pequeños comercios y empresas porque cuesta menos pero a la vez es casi imposible de reutilizar porque las partículas son absorbidas por el papel.
"Mira este truco, es muy chulo", comenta sonriente el científico mientras procede a realizar una demostración con las enzimas.
Tras ajustarse sus gruesas gafas de pasta y vestirse con una bata blanca, Sangchai coloca en un frasco un trozo de papel carbón, lo rocía con el catalizador, y en apenas cinco minutos extrae la hoja limpia del líquido teñido de negro.
"¿Ves como funciona? ¡Te lo dije!", proclama con entusiasmo al concluir el proceso, así de corto, sencillo y natural por el origen de las moléculas proteicas, obtenidas de algas y hongos.
Precisamente eso fue lo que atrajo hace unos meses la atención del Foro Económico Mundial, que decidió incluir a FlexoResearch en su lista de tecnologías pioneras porque ayudará a reducir la dependencia en países emergentes de productos nocivos para la salud como el asbesto.
Aquel reconocimiento abrió a Sangchai las puertas de inversores de China, Corea del Sur, Japón, India o Malasia, pero el tailandés no tiene prisa por hacer negocio con sus enzimas y subraya que no le motiva el lucro económico.
Recuerda cómo hace cuatro años abandonó su trabajo en una empresa relevante del sector para seguir adelante con sus experimentos en el sótano de su casa, que puso como aval para pedir prestado el dinero que invirtió en comprar una vieja fábrica de papel.
Poco a poco y en unas instalaciones adecuadas, allí progresó en su investigación hasta que logró dar con la combinación exacta de enzimas.
FlexoResearch tiene ahora 17 empleados y tantas ofertas de inversión que se ha desbordado la capacidad del correo electrónico de la página web que le diseño un estudiante y debe optimizar después de que algunos clientes hayan tenido que recurrir a Facebook para contactar a Sangchai.
"De la basura que nadie quería, ahora podemos transformar los residuos en riqueza, convertir la polución en ingresos", indica orgulloso esta rata de laboratorio con pinta de empollón despistado cuyo método "revolucionará la industria del reciclaje", según Time.